Elmo Renista

1.- La reunión entre Marina del Pilar y Jaime Bonilla es más que un simple reencuentro entre compañeros de movimiento; es una señal clara de que en política las diferencias pueden quedar atrás cuando lo que está en juego es el futuro electoral. Así como Morena y sus aliados caminaron en unidad en la elección presidencial, todo indica que en Baja California también buscarán cerrar filas rumbo a 2027, luego de que la coalición sufriera una fractura a nivel estatal el año pasado. Porque si algo ha enseñado la política, es que ningún pleito es para siempre, sobre todo cuando la sobrevivencia del proyecto común depende de la cohesión. La Cuarta Transformación sabe que para conservar fuerza en los estados, se necesita más estrategia que orgullo.

2.- Dice el dicho “político que no aspira, expira”, pero también hay otro muy sabio como “el mucho abarca, poco aprieta”. La “carrera” hacia el 2027 se está convirtiendo en “carrerita” y no sube el que llega primero, sino que el más aguanta. Sería muy ingenuo de mi parte creer que no hay funcionarios ya con la mira en las casillas, pero que la disimulen tantito, ¿a poco no? Como decía, el tablero político se va a mover mucho en los próximos meses y cada bando tiene que cuidar sus piezas. Aquí en Baja hay opciones de todos los colores, sabores e historiales, por lo que hay que tener los ojos muy abiertos y la confianza muy por encimita, para que nos agarren en curva. Los juegos del hambre están por comenzar.

3.- Se van a cumplir tres meses de la llegada de Leyzaola al mando de la seguridad en Mexicali, regidores de oposición quieren irse encima al teniente coronel por un municipio que ha padecido falta de estructura en todos los niveles desde hace mucho, por políticas improvisadas y funcionarios incompetentes, están conduciendo a un espiral sin rumbo a la capital. No olvidemos el caso de BISOM donde se perdieron cientos de millones de pesos y los titulares posteriores se han ido aventando la bolita; o la separación de policías que piden “para la soda” a los otros elementos. Incluso la designación de Leyzaola, que aprobó el cabildo a “regañadientes”, pues no querían que la estructura estatal y federal los pusiera en jaque. 

 4.- Vamos a hacer el malentendido de la secretaria Noem a un lado, no hay justificación pero tampoco queremos “patear al muerto”, lo dicho, dicho está. La coordinación bilateral se mantiene y la tarde de ayer lo vimos. La Presidenta Sheinbaum confirma su asistencia al G7 y es cuestión de cuadrar agendas para que se reúna personalmente con el Presidente Trump por primera vez; para eso ya hubo una antesala, reuniéndose con el subsecretario de Estado en Palacio Nacional. Como nunca puede faltar la piedrita en el zapato, la SRE y el Consulado de EE.UU. afirmaron que la información donde el secretario Marco Rubio le está metiendo “presión” a la Presidenta Sheinbaum para extraditar políticos, es completamente falsa. No hay crisis diplomática, no le crean todo a Anaya.